escritora, periodista y crítica literaria

"If you were a member of Jesse James´ band and people asked
you what you were, you wouldn´t say, 'Well, I´m a desperado'.
You´d say something like 'I work in banks', or 'I´ve done some
railroad work'. It took me a long time just to say, I´m a writer, It´s
really embarrassing. " (Roy Blount Jr.)1

Me acuerdo de esta cita cada vez que tengo que contestar la pregunta inherente a todo documento burocrático: ¿profesión? Y todavía no puedo decir, escritora. Soluciono el asunto con el término periodista, o profesora, razonablemente verídicos ambos. ¿Qué lo califica a uno para asumir el oficio de escritor? O, más bien, ¿qué es un oficio o profesión? Podríamos decir que es una actividad que la sociedad reconoce y por la cual otorga algún tipo de credencial o título. El término profesión es mucho más definitivo; se es médico, abogado, o ingeniero. Las universidades y las escuelas técnicas validan los conocimientos adquiridos mediante un papel que declara al sujeto capaz de llevar a cabo una apendectomía, impedir que su cliente vaya a la cárcel o componer la tubería de la cocina. El término oficio tiene para mí bellas connotaciones medievales: uno habla de los oficios y piensa en los gremios o corporations, esas asociaciones de artesanos muchas veces agrupados en la misma calle. En ese contexto, sí puedo asumir la escritura como mi oficio, y sentirme parte de un gremio instalado en alguna metafórica calle universal.